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domingo, 6 de noviembre de 2011

Libelula

. Anisoptera Los anisópteros (Anisoptera, del griego ανισος anisos, "desigual" y πτερος pteros, "alas") son uno de los dos infraórdenes clásicos del subórden Epiprocta. Se conocen con el nombre común de libélulas, aunque este término, un tanto vago, suele usarse también en un sentido más amplio para designar a todos los odonatos. Son paleópteros, es decir, insectos que no pueden plegar las alas sobre el abdomen. Se caracterizan por sus grandes ojos multifacetados, dos pares de fuertes alas transparentes y abdomen alargado. Se alimentan de mosquitos y otros pequeños insectos como moscas, abejas, mariposas y polillas. Su hábitat natural se encuentra en las cercanías de lagos, charcos, ríos y tierras pantanosas, ya que sus ninfas son acuáticas. Las libélulas no pican a los seres humanos, y son valiosas como depredadores controlando las poblaciones de insectos como los mosquitos y las moscas (que son transmisores de enfermedades como el dengue y la gastroenteritis). Contenido Anisópteros y zigópteros Los caballitos del diablo o señoritas (suborden Zygoptera), se confunden a menudo con las libélulas. Sin embargo, ambos grupos son diferentes; los zigópteros mantienen las alas juntas, pegadas al cuerpo, cuando están en reposo, mientras que las libélulas las mantienen separadas horizontalmente o ligeramente inclinadas hacia abajo y hacia adelante; ambos subórdenes tienen dos pares de alas, en las libélulas el segundo par de alas es más ancho que el primero y en los caballitos del diablo el ancho en los dos pares de alas es similar. Sus ojos también difieren, mientras que los de los caballitos del diablo están separados, los de las libélulas están prácticamente juntos. Los caballitos del diablo poseen cuerpos más delgados y son más frágiles en su vuelo. Ambos poseen ciclos vitales similares. Anatomía El cuerpo frágil y las alas largas y delgadas hacen de la libélula uno de los insectos más veloces. A diferencia de la mayoría de los insectos, éstas pueden batir sus alas anteriores y posteriores de forma simultánea o alternada en diferentes fases del vuelo, lo que resulta, respectivamente, en una mayor potencia con mayor coste energético, al despegar, y en una potencia y coste menor, durante el vuelo.1 Poseen una vista excelente, gracias a la peculiar estructura de sus ojos: alrededor de 30.000 facetas dispuestas de tal forma que le permiten aproximadamente 360º de campo visual. Estos ojos multifacetados, por lo general, se juntan en la parte posterior de la cabeza y le permiten ver a su presa desde una distancia de hasta 12m. La libélula no puede caminar por la posición frontal de las patas, pero la forma de "canasto" de éstas le permite atrapar a su presa. Cortejo y reproducción El macho de la libélula impone sus derechos sobre un territorio cercano al agua y lo defiende ferozmente de todos sus rivales. Cuando llega la hembra, el macho modifica su estilo de vuelo. Así, realiza una exhibición para cortejar a su compañera, antes de sujetarle la cabeza con pinzas especiales ubicadas en el extremo de su abdomen. Luego, la hembra arquea su abdomen hacia adelante para reunir sus órganos sexuales y se produce la fertilización. La hembra pone los huevos cerca o en el agua. Las larvas son unos depredadores feroces, los cuales, mediante la mascara, (brazo retractil) que tienen bajo la boca, cazan otros animales: renacuajos, peces e incluso otras larvas de libélula. Como curiosidad cabe destacar que los machos poseen un órgano que tiene como función retirar el esperma que la hembra pudiera tener de la fecundación de otros machos. Camuflaje de movimiento Se ha descubierto recientemente que las libélulas emplean la ilusión óptica para acechar a otros insectos que invaden su territorio. Se pueden mover de tal forma que se proyectan a sí mismos como un objeto estático mientras atacan con rapidez a sus víctimas. Estos descubrimientos ilustran por primera vez cómo utilizan técnicas complejas de camuflaje durante el ataque aéreo.[cita requerida]

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